viernes, septiembre 15, 2006

San Miguel de los Reyes

La excursión a San Miguel de los Reyes de la semana pasada fue fantástica. Aunque fue intensa a mi se me hizo corta e incluso eché de menos que Fernando (el excelente guía que nos buscó Marta) entrará más al detalles en la historia del monasterio. También nos faltó Fátima para defender al gremio de arquitectos que no acabó muy bien parado :-)

La verdad es que me hubiera pasado otras tres horas viendo todos los rincones, no obstante sobresaliente, por que además entramos en las entrañas de la biblioteca valenciana (sorprendente lo del robot traslada libros, no por lo que hacía el robot, que al fin y al cabo es solo tecnología, sino por el hecho de que estuviera en una institución pública) y vimos cosas que una visita normal no vé.

Cuando voy a este tipo de monumentos siempre se me queda el agridulce sabor de boca de haber estado en un entorno único y de ver como somos capaces (en el pasado e incluso ahora) de renegar de nuestras historia y monumentos.

Creo que lo más interesante desde el punto de vista histórico fue la incursión en los comienzos del siglos XVI valenciano, y el virreinato de Germana de Foix, aunque las historias de casamientos eran interesantes, lo que más me interesaba de la esa tormentosa época, y de lo cual eché de menos más referencias, fue la rebelión de "Les Germanies" además coincidierón con la revuelta comunera (Bravo, Padilla y Maldonado) en Castilla contra el emperador Carlos I y que acabó en la batalla de Villalar (23 de Abril de 1521) con las aspiraciones de las ciudades y el triunfo de la Monarquia absolutista y la Nobleza (exactamente igual que en Valencia poco después).

Bueno todo este rollo me lo sé por mis dos años en Salamanca y que compartía piso con un nacionalista Castellano (si, alguno existe) que me hizó interesarme un poco por la historia de Castilla.

El mes de Octubre os intentaré llevar a una visita a mi ciudad, donde se hará todavía más patente el abandono y la desidia con el que tratamos nuestro patrimonio (más aún despúes de mi visita de este año a Roma, y es que las comparaciones son odiosas), espero sin embargo que disfruteis de ella, y que vengáis los más posibles, por que Sagunto es una de esas joyas desconocidas (por los saguntinos en primera instancia) pero que rezuma historia por cada callejuela y cada arco y que solo pasear por la judería o por el castillo te traslada a otras épocas donde yo todavía imagino a Anibal Barca asediando la ciudad sabedor de que el futuro de su mundo dependía solo de que aquella antigua ciudad de Sagunto callera en manos cartaginesas.
Por lo demás, la comida en la Ferradura, muy buena, especialmente el entorno.
Y por último agradecer a Marta su iniciativa y la organización del día que fue fantástica y animaos a los que no vinisteis a participar de los próximos encuentros.